El Caminito del Rey Lineal
Málaga (Andalucía) ~ ¸ 3:30h / 5.66Km.
Ruta VIAS SUMMUM - El Caminito del Rey
Introducción
El famoso Caminito del Rey llegó a ser considerado uno de los senderos por pasarelas más peligrosos del mundo. Esto fue durante la década de los 90 del siglo pasado y la primera década de éste, en un tiempo en el que esta increíble infraestructura estuvo a punto de desaparecer como consecuencia del gran deterioro sufrido debido a la acción tanto de la naturaleza como del hombre. Felizmente, en 2014 la Diputación de Málaga, junto con los ayuntamientos de Ardales, Álora y Antequera, puso los medios necesarios para la recuperación de este histórico camino.
Construido en los primeros años del siglo XX para dar servicio al canal de agua que recorría el Desfiladero de los Gaitanes para alimentar el salto hidroeléctrico del Chorro, este camino compuesto por pasarelas de hormigón suspendidas de paredes verticales y, en algunos tramos, a más de cien metros sobre el lecho del río Guadalhorce, pronto se convirtió en una importante vía de comunicación entre la población del Chorro y la zona de los Gaitanes. Sin embargo y como ya hemos dicho, el paso del tiempo, el abandono, la climatología y la acción del hombre llevaron al Caminito a un estado de deterioro tal que amenazaba con hacerlo desaparecer, llegando, incluso, a tener que prohibir la Junta de Andalucía el acceso al mismo debido a su peligrosidad. Afortunadamente, la intervención y rehabilitación del recorrido, con la instalación de unas nuevas pasarelas de madera sobre el trazado original, han permitido que hoy se pueda volver a disfrutar con seguridad de este emblemático sendero que recorre las entrañas del espectacular Paraje Natural Desfiladero de los Gaitanes.
El paisaje por el que discurre este sendero es soberbio desde su inicio junto al pantano del Conde de Guadalhorce, hasta el final. Y si bien el plato fuerte lo constituyen los vertiginosos tramos de pasarelas que se adentran entre los escarpados cañones de paredes verticales y desafiantes, el camino nos ofrece agradables sorpresas como el tramo de sendero que discurre por el hermoso Valle del Hoyo y en el que quizás podamos ver a alguno de los habitantes de este enclave natural como la cabra montesa, el zorro y el meloncillo. Aunque, lo más probable, es que tengamos mejor suerte avistando algunos de los buitres leonados de la colonia que ha construido su hogar en las inexpugnables paredes u otras aves como el alimoche, el águila real, la garza real, el halcón peregrino, la paloma bravía o el avión roquero.
La diversidad del paisaje que atravesaremos también se refleja en la flora que podremos observar en los distintos hábitats del Desfiladero. Así, en las paredes carentes de suelo encontraremos especies bien adaptadas a este medio inhóspito como es el caso de los zapaticos y el escobón, ambos endemismos. Junto al cauce del río tenemos vegetación de ribera con presencia de adelfas, tarajes y cañas. En la zona más abierta del Valle del Hoyo, el pino carrasco es el protagonista, acompañado de palmitos, sabinas, enebros, retamas y algún algarrobo.
Atención: antes de visitar el Caminito del Rey es necesario tener en cuenta algunas consideraciones. En primer lugar, es necesario adquirir una entrada. Dada la gran afluencia, es conveniente reservarlas con antelación. La reserva puede realizarse haciendo click en este enlace. En segundo lugar, existen unas normas de obligado cumplimiento, que pueden ser consultadas en la página web del Caminito.
El recorrido
El Caminito del Rey es un sendero lineal y, además, sólo puede hacerse en sentido norte a sur, por lo que no es posible volver al punto de inicio por el mismo sendero, pero es posible regresar utilizando el servicio de autobuses lanzaderas que conectan la salida (desde la estación de El Chorro) con el acceso norte. Si se dispone de dos vehículos también es posible dejar aparcado uno en cada extremo del recorrido.
Empezamos, pues, nuestro camino en el acceso norte, junto al embalse del Conde de Guadalhorce. En la zona cercana al Sillón del Rey (un conjunto monumental formado por un sillón y una mesa tallados en piedra que utilizó el rey Alfonso XIII en 1921 para firmar el final de las obras del embalse) se sitúan dos posibles accesos. El primero se trata de un sendero de 2,7 kilómetros que comienza junto a la presa del embalse. El segundo, que es el que nosotros recomendamos, se encuentra a unos doscientos cincuenta metros de la parada de autobuses situada junto al restaurante. Se trata de un túnel peatonal de doscientos metros de longitud que nos dará acceso a la pista de Gaitanejo que tras un kilómetro y medio nos llevará hasta la Caseta de Recepción. Una vez en ella tendremos que acreditarnos, nos darán un casco que deberemos llevar durante el recorrido por nuestra seguridad y esperaremos hasta que nos llegue el turno de pasar (ya que es obligatorio estar aquí al menos treinta minutos antes de la hora que tengamos asignada en nuestra reserva). Junto a la Caseta de Recepción se encuentra la central hidroeléctrica de Gaitanejo, una de las más antiguas de España. De hecho, la historia del Caminito es historia del desarrollo del aprovechamiento hidroeléctrico en España ya que, como hemos mencionado antes, se construyó en torno a 1905 para dar servicio al canal que abastecía de agua a unos de los primeros saltos hidroeléctricos del país.
Llegado nuestro turno, comenzamos el recorrido pasando junto a la subestación eléctrica y sobre la Presa de Gaitanejo, de 1927. Desde un pequeño mirador que hay aquí podremos ver al otro lado las casas – cueva que sirvieron de vivienda tanto a pastores y agricultores como al personal que trabajó en el complejo hidroeléctrico. Tras bajar una escalinata y avanzar unos cientos de metros, llegamos a los tornos que nos darán acceso al primer tramo de pasarelas. Justo al pasarlos, tenemos un pequeño balcón que hace las veces de mirador y desde donde podremos ver algunas cosas interesantes. La primera es, al fondo, la Presa de Gaitanejo y, después, frente a nosotros, unas placas conmemorativas del nivel que llegó a alcanzar el río en dos grandes crecidas al inicio y al final de la década de 1940. Además, a nuestros pies está el azud de derivación que surtía de agua al canal.
Las nuevas pasarelas de madera discurren sobre las antiguas de hormigón y su recorrido es prácticamente el mismo que el original, con algunas pequeñas modificaciones. El inicio del recorrido oficial es impresionante. Nos adentramos en el estrechísimo Cañón de Gaitanejo cuyas paredes apenas distan diez metros una de otra. Talladas por la erosión del río, estas paredes presentan numerosas cavidades, cuencos naturales llamados “Marmitas o Cambutas”. En este punto también es posible observar los restos del primitivo trazado del Caminito, construido con traviesas del ferrocarril y travesaños de madera. Sobre nosotros llama la atención un conjunto de anclajes de hierro que se utilizaron para el cableado que, en su día, permitió la iluminación nocturna del Caminito.
Salimos del cañón bajando al conocido como Lugar del Soto. El camino serpentea entre pasarelas de madera y tramos de hormigón hasta llegar prácticamente al nivel del río, pasando por encima del canal. Tras volver a ganar altura, pasar un pequeño túnel del canal y subir unas escaleras, llegamos a una curva desde la que podemos ver el talud de las vías del tren que salen de un túnel para volver a adentrarse en otro. También tendremos unas buenas vistas del Tajo de las Palomas y del denominado Puente del Rey que unía el Caminito con el ferrocarril para dar acceso al transporte de mercancías y de trabajadores.
Poco después de pasar el Puente del Rey se termina el primer tramo de pasarelas y accedemos al Valle del Hoyo y al sendero que lo recorre. El contraste es tremendo. Pasamos de un reino de roca vertical a un valle poblado por un bello bosque de pinos salpicado de palmitos y coronado por altas cumbres de caliza. Al fondo del valle, el Guadalhorce gana en anchura y no es difícil ver en sus orillas aves como la garza real en busca de alguna captura. El sendero se adentra en el valle, acompañado por los restos del canal. Poco a poco llegamos hasta la Charca del Sapito Pintojo, donde encontraremos un buen lugar para una pausa, equipado con bancos y algarrobos de buen porte para dar sombra. Proseguimos el camino, reencontrándonos con el canal que habíamos abandonado momentáneamente. Durante este tramo podremos ver distintos elementos de su infraestructura, como un desarenador y un tornillo que servía para accionar la compuerta del agua. En esta zona es posible que nos encontremos con alguna de las cabras montesas que habitan aquí. El sendero continúa, encajonado entre los pinos, la mampostería del canal y grandes rocas procedentes de un antiguo desprendimiento, ganando altura hasta llegar a un claro en el que se puede observar una gran perspectiva del valle y del trazado del ferrocarril en la vertiente norte atravesando los Tajos de Ballesteros, de los Estudiante y la Huma. Seguimos avanzando y divisamos las ruinas de la Casa del Hoyo, junto a la que se ha construido un helipuerto para, si fuera necesario, poder realizar evacuaciones. Unos cientos de metros después, el sendero literalmente se adentra en el canal a través de una rotura en sus altos muros. Tras pasar por un curioso refugio para murciélagos y otro pequeño tramo entre los muros del canal, llegamos al final del recorrido por el Valle del Hoyo. Subimos unas escaleras junto a la gran compuerta metálica que permitía el paso del agua a su conducción subterránea e iniciamos el último tramo de pasarelas por el que atravesaremos el Desfiladero de los Gaitanes.
Volvemos a estar suspendidos de la roca a una altura en torno a los cien metros sobre el nivel del río. Frente a nosotros, el Cerro San Cristóbal con sus oquedades y el viaducto del tren. Vamos avanzando, internándonos en el cañón, pasando bajo una sabina centenaria que sobrevive anclada en la pared y bajo la placa que recuerda a un fallecido escalador suizo. De hecho, podemos ver en la pared numerosas chapas de anclaje ya que éste ha sido siempre un paraíso para los escaladores. En la primera curva ya tenemos la mítica visión del puente acueducto de 1904, con el embalse justo a la salida del desfiladero. El camino gira hacia la derecha y se adentra en la pared, bajo las cuevas del Peñón del Cristo, y vuelve a salir frente al Cerro San Cristóbal. En este punto se sitúa el Balcón de Cristal, un asombroso mirador con el suelo de cristal que vuela desde la pasarela sobre el precipicio. Dejando este balcón atrás, las pasarelas vuelven a adentrarse en lo que se conoce como Falla Chica. Aquí podemos contemplar la huella fósil de un amonites y, en el vértice donde las pasarelas vuelven a cambiar de sentido, el estremecedor puentecito de la antigua pasarela. Al salir de la siguiente curva, estaremos ya casi a los pies del puente acueducto Viaducto Eugenio Ribera, por donde el agua era canalizada entre las dos paredes del cañón. Todavía hoy el agua pasa por él, pero a través de una gran tubería. Y justo después del acueducto, la última y vertiginosa sorpresa del Caminito, el puente colgante de malla metálica a ciento cinco metros de altura sobre el fondo del desfiladero. Cruzarlo es toda una experiencia, tanto por las hermosas vistas que tendremos a ambos lados, como por la indescriptible sensación que produce el bamboleo del mismo bajo nuestros pasos.
Cruzado el puente las pasarelas no tardan en salir del desfiladero. Pasando sobre el puente de hierro de las vías del tren llegamos al torno de salida. Desde aquí una ancha pista nos llevará hasta la caseta de control de la salida, donde deberemos dejar nuestros cascos y donde damos por finalizado nuestro recorrido. Si no tenemos nuestro vehículo, o un segundo vehículo, en este extremo del recorrido, podremos volver al inicio en autobús. Para ello tendremos que caminar todavía hasta llegar a la Estación de El Chorro.
No te puedes perder
1. Puente de los tafoni y Arco Gótico: Los tafoni son formaciones geológicas en forma de cavidad o hueco producto de la erosión en rocas cristalinas o areniscas. Al pasar el puente en la pista de Gaitanejo, si nos giramos sobre nosotros mismos, podremos contemplar un singular conjunto de estas formaciones. Siguiendo la pista, al llegar al río, podremos ver el llamado Arco Gótico, otro tafoni, quizás la formación de este tipo más espectacular del Paraje.


2. Presa de Gaitanejo: Construida en 1927, en tipo de gravedad, con una capacidad de 4.600 metros cúbicos, una altura de 20 metros y una longitud de 55 metros. La historia del Caminito del Rey es historia de la energía hidroeléctrica en España. Aquí se introdujeron muchos elementos innovadores, como en su día lo fue esta presa.

3. Marcas de las crecidas de 1941 y 1949: Justo antes de pasar los tornos del acceso norte, si miramos la pared de enfrente del cañón podremos ver una placa conmemorativa que marca el nivel que alcanzó el río en dos crecidas que tuvieron lugar en 1941 y 1949 respectivamente. En este punto también podemos ver el azud que deriva el agua al canal.

4. Restos del antiguo Caminito: Los restos de la antigua pasarela de hormigón, e incluso, del primitivo Caminito de traviesas de ferrocarril y tablones, están presentes en todo el recorrido. Basta con mirar al espacio entre las tablas de la actual pasarela de madera para ver, justo debajo, la antigua. Aunque hay lugares donde ésta es más visible, siendo palpable el estado de deterioro en el que se encontraba y la peligrosidad que entrañaba, sobre todo en puntos como el Puentecito, en la Falla Chica.




5. El antiguo canal: Hoy en día el canal que fue el origen de la existencia del Caminito está en desuso. El agua es transportada desde el embalse hasta la central hidroeléctrica por una tubería subterránea. Sin embargo, el antiguo canal sigue estando muy presente en todo el recorrido, así como elementos de su infraestructura tales como desarenadores, compuertas y manivelas. Aunque muchas veces vayamos absortos en el paisaje, no está demás fijarnos de vez en cuando en estos detalles y recordar que, al principio, el Caminito se construyó para dar servicio a este canal.



6. Casa del Hoyo: Hay datos de que esta casa estaba habitada desde finales del siglo XIX, antes de la construcción del Caminito primitivo, así como también hay evidencias arqueológicas de que aquí existió un asentamiento, al menos, desde el siglo XIII. Hoy sus ruinas son testimonio de cómo eran las condiciones de vida de la zona en otra época, con pequeñas explotaciones agropecuarias de subsistencia como ésta. Como curiosidad, apuntar que en sus alrededores se ha habilitado un helipuerto para emergencias.

7. Cerro de San Critóbal: Esta imponente mole calcárea se caracteriza por sus enormes oquedades y desplomes que lo han hecho famoso entre los escaladores quienes lo denominan como Tajo de los Tres Techos. En su cima anidan buitres y es travesado por el ferrocarril gracias a varios túneles y un icónico viaducto.

8. Balcón de Cristal: Colgado del borde de la pasarela y a unos cien metros por encima del cauce del Gudalhorce, con su piso de cristal, este balcón es un mirador de vértigo para contemplar la grandeza del Desfiladero de los Gaitanes.


9. Fósiles: Aunque pueda parecer increíble, durante cientos de millones de años las escarpadas paredes del Desfiladero de los Gaitanes fueron parte del lecho marino. Prueba de ello son los restos fósiles de animales marinos que pueden verse en la pared, como el fósil de amonites que encontramos protegido por una placa de metacrilato poco después de abandonar el balcón de cristal.

10. Viaducto Eugenio Ribera: Construido en 1904, este puente permitía el trasvase del agua del canal de una pared a otra del desfiladero. Hoy en día, todavía pasa por él el agua, pero entubada. La imagen del puente con salida del cañón a su espalda, con el embalse al fondo, es una de las imágenes más emblemáticas del Caminito del Rey.

11. Material de escalada: El Paraje Natural Desfiladero de los Gaitanes ha sido un paraíso para los amantes de la escalada. Durante todo el recorrido podremos ver en la paredes anclajes y fijaciones de las vías de escalada aquí existentes. La actividad, aunque regulada, todavía puede llevarse a cabo en las zonas permitidas para ello.


Ruta VIAS SUMMUM - El Caminito del Rey
NOTA: El Caminito del Rey es un recorrido cerrado, sin posibilidad de pérdida entre los puestos de control de visitantes norte y sur. Por tanto, tan sólo se recoge en este documento las indicaciones para llegar hasta el control de acceso norte, inicio del recorrido, por la variante corta que tiene su comienzo en el denominado túnel largo. Es un recorrido de, aproximadamente, un kilómetro y medio y con una duración de unos veinticinco minutos.
1. En la carretera que lleva a la presa del embalse del Conde de Guadalhorce, unos doscientos metros antes de llegar al restaurante El Kiosko, se abre este túnel peatonal de alrededor de ciento cincuenta metros por el que accederemos a la pista del Gaitanejo. (0h:00~)

2. A la salida del túnel, un pequeño sendero nos llevará hacia la derecha, hasta enganchar con la pista de Gaitanejo, en la que giraremos hacia la izquierda.

3. En la desviación, seguimos de frente por el tramo de pista de bajada. (1h:10~)

4. Atravesamos el túnel, a cuya salida cruzaremos el Puente de los Tafonis, mientras la pista gira a la izquierda en busca del río, punto en el que volverá a girar a la derecha y nos llevará ya directamente hasta la Caseta de Recepción de Visitantes.

Todos los tiempos indicados en la descripción de la ruta son meramente orientativos. Se refieren siempre a tiempo de marcha efectiva, es decir, para su cálculo no se han tenido en cuenta las paradas.
La duración estimada de la ruta a un ritmo suave a es de aproximadamente 3 horas y 30 mínutos.
Recomendamos completar las indicaciones de esta guía gráfica con la descarga del track oficial de la ruta para GPS .